Tras una semana de duro trabajo comencé a crear vínculos con los demás, mis experiencias anteriores me enseñaron que los vínculos de amistad laborales resultaban mayormente caducos, aun así Carla y yo no tardamos en enamorarnos.
La burbuja de cariños, pasión y afectos acaramelaba el ambiente por todos los lugares que visitábamos, el primer lugar resulto ser Ámsterdam que con nuestra llegada se vio teñido de un anaranjado placentero atardecer , cientos de rosas blancas y rojas llovían gracias a que los astros decidieron regalar el momento de disfrutar nuestro amor.
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